lunes, 8 de abril de 2013

CAPITULO 4.


-¿Cómo lo has hecho? - le pregunté mientras subía las escaleras del autobús. 
-¿Que cómo? Joder, lo preparé todo y le empecé a llorar a mi madre. Afortunadamente hace 10 minutos asintió con la cabeza y me dijo "Vé". Salí corriendo con una bala en el culo. 
-Buah, pues has tenido suerte, casi te quedas sin cogerl.. 
-Ya ya, ¿te crees que no he visto arrancar el autobús? - me interrumpió.

Nos sentamos en los asientos. Yo cogí ventanilla. Me gusta ir mirando el paisaje mientras escucho música.
El autobús llegaría a Madrid a las 2 de la tarde. Nos quedaban por delante 10 interminables horas de carretera, y yo no sabía que hacer.

-¿Cada cuanto tiempo paramos para descansar e ir al baño? - preguntó una mujer mayor al aire. 
-Tres horas - respondió el conductor de lejos.

Miré a Ruth y se estaba cogiendo una cola alta. Llevaba unos vaqueros con unas botas y un chaleco, y diga ella lo que diga, es realmente guapa. 
Me miró de arriba abajo.

-¿Cómo lo haces? 
-¿Cómo hago qué? - pregunté confundida. 
-Estar tan guapa siempre. 
Reí y le metí un pequeño empujón. 
-Eres realmente tonta Ruth, en serio. 
-Si, ya, pero yo digo que Justin cuando te vea se va a enamorar de ti.
-¿Te imaginas? Eso es imposible - dije mientras miraba la ventana. 
-Oye, no eres la persona más adecuada para no creer en sus sueños. ¿Acaso no has aprendido nada de el? - dijo con voz burlona. 
-Gilipollas. 
-Ya verás que sí, siempre tengo razón.

No respondí. ¿Cómo pede pensar eso? Joder allí irán miles de niñas más guapas que yo. Además, estuvo con Selena, y sea lo que sea, es guapísima.
Pero bueno, que esto son tonterías. No sé ni para que me paro a pensarlo. Es como lo de ser OLLG, dificilísimo. 
Entonces pasó el hombre que recogía los billetes, se los dimos y debí quedarme dormida.
Desperté y Ruth no estaba. Rápidamente me incorporé y miré por todo el bus. No estaba. No había casi nadie. Giré la cabeza y la vi sentada en una mesa. Con su iPhone y un café. Saqué mi móvil y le mande un whatsapp.

-De ti si que se va a enamorar Justin cuando te vea. 
Giró la cabeza al instante y me vió mirándola por la ventana. 
-Es enserio. - continué. 
Y me hizo un corte de manga.

Miré al frente y la gente ya empezaba a subir. Eran las 9 de la mañana. Quedaba mucho todavía, así que antes de que Ruth subiera, guardé el móvil y me eché hacía un lado para dormirme. 
Antes de que el sueño se apoderara de mi, sentí una voz muy cerca de mi oído. 
"Eh princesa, levanta."
Dí un salto y miré a todos los lados. ¿Quién coño era?

-Te has asustado eh. Has pensado que era Justin ¿verdad? JAJAJAJAJA. 
-No te rías retrasada. Esa enfermedad te la tienen que mirar, creo que va a ser mala eh. - le dije mientras me incorporaba. 
-Anda Ann, no duermas más y vamos a hacer algo que ya queda poco. - me reprochó. 
-¿Cómo poco? Quedan 5 horas, son las 9 Ruth. Déjame dormir.
-¡ALAH! ¿Pero qué dices? Si son la 1 del día. Nos falta una hora para llegar.
-Anda, déjate de bromas que hace 5 minutos que te estabas tomando el café cuando te mandé el mensaje. - le dije intentando dormir. 
-Mira el reloj estúpida. - me dijo poniéndome su iPhone en la cara. 
Efectivamente eran las 13:00 del día 10 de enero. 
-JODER, entonces, ¿me quedé dormida?
-Claro, y yo igual.

Rápidamente saqué un espejo y las pinturas. Tenía cara de zombie y estaba a punto de llegar a Madrid donde habría un porrón de niñas igual que yo. No podían verme así. 

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