Alfredo apareció con una cámara. Siempre aparecía cuando Justin lo necesitaba. ¿Cómo lo hacía? ¿Estaba escuchando detrás de la puerta?
Posé para la foto.
-Eh, pero acércate más. No muerdo - dijo Justin guiñandole uno de sus hermosos ojos a Alfredo.
No respondí y me acerqué.
Intenté poner la mejor sonrisa que pude, pero seguro que salí horrenda.
Alfredo reía mientras nos hacía la foto yo notaba que Justin bromeaba con él.
-¿Puedes hacernos ahora una con la mía, por favor? - dije mientras le acercaba la cámara.
-Claro que si guapísima. - me guiño un ojo.
-Eh, no te pases. Seguro que esta preciosidad tiene novio. - dijo Justin mirándome.
-Oh si, si que tengo y cuando se lo cuente se va a enfadar. - bromeé.
Obviamente no tenía novio. ¿Cómo iba a tener novio tal horco como yo?.
Nos hicimos la foto.
-¿Y como es que no has traído a tu novio contigo? - preguntó Justin volviendo a sonar la cámara. - haz otra. - siguió.
-El me esperaba aquí.
-¿Aquí? - dijo Alfredo riendo mientras veía la cara de Justin.
-Sí, aquí. Lo tengo delante y no es capaz de darme ni un beso. - bromeé de nuevo.
-WOW ALFREDO, no me habías contado nada de esto. - dijo mientras jugaba a darle de hostias.
-Tío, habla de ti estúp..
-Ah, ya. Ahora lo entiendo. - carcajeó Justin.
-El último abrazo, por favor. - dije como pude.
Justin giró la cabeza hacía mi y se acerco.
-No será el último princesa. - susurró mientras me abrazaba.
-Te amo Justin.
-Yo también a ti. - dijo sonriendo.
Bueno, eso no sorprendió nada. Le dice te amo a todas las que se hacen fotos con él.
Llorando cogí mi bolsa e hice el intento de irme.
-No me olvides, por favor. - susurre mientras miraba sus ojos.
Estaban brillantes.
-No lo haré. Te lo prometo.
Busqué las escaleras mecánicas y decidí bajar en ellas. Mi sueño ya estaba más que cumplido.
"Es guapa eh" escuché decir a Alfredo.
"Muy guapa tío, muy guapa."
Creo que esa fue la respuesta de Justin. Lo escuché muy de lejos.
“¿Guapa? ¿Yo? ¿Qué dice este? Bueno, quizás me he confundido. Si, me habré confundido. NO NO NO NO NO. NO ME HE CONFUNDIDO, LO HE ESCUCHADO CON MIS PROPIAS OREJITAS.” Pensaba mientras corría escaleras abajo buscando a Ruth.
¿Y si Ruth no estaba? Habían pasado como 3 horas desde que empezó la firma y ella entró de las primeras.
Salí y miré a todos lados, pero no la veía.
Escuché un silbido. Sin duda era ella.
Me giré y vi como movía el brazo desde una cafetería con su iPhone.
Puta viciada. ¿Qué estaría haciendo? Diciendo por todo twitter que me senté al lado de Justin ¿no? Sí, seguro que sí.
Llegué y me senté disimulando normalidad.
-NO SEAS PUTA Y ABRE ESA ESTUPIDA BOCA ANN, ME LO TIENES QUE CONTAR TODO, TO DO. - dijo haciendo una pausa en el "to do" para que se notara.
-¿El qué? No ha pasado nada.
Miré el reloj. Eran las 8 de la tarde y había estado con Justin 3 horas dentro, no se iba creer que no pasó nada, aunque realmente, las cosas podían haber ido a más.
-¿Por qué te callas? - pregunté mirándola.
¿Como que por qué me callo? Es que lo tuyo es un delito. ¿No vas a contarme nada? ¿En serio?
-Sí, claro que sí.
-Pues empieza. - dijo seca.
Bueno, le conté todo con pelos y señales. Le conté TO DO.
Se quedó alucinada.
-Te dije que se enamoraría de ti Ann, te lo dije. Tienes algo que hace que le gustes a todos los tíos.
-Bueno y, ¿lo de tu enfermedad como va? Por que creo que va a peor.
-No te hagas la estúpida por que lo sabes.
-Yo no sé nada. - le dije mientras miraba el reloj. -Son las 9 Ruth. Vamos a la estación a ver cuando sale el próximo tren y hacemos tiempo.
-Vale. - dijo. -Pero que sepas que ese está enamorado de ti, sea Justin Bieber o sea el Papa.
Me adelantó con la maleta mientras reía.
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