martes, 9 de abril de 2013

CAPITULO 7.

"¿Justin? ¿Eres tu?" escuchaba en mi cabeza mientras mi respiración se entrecortaba.

Empecé a hiperventilar. Nunca tuve una sensación igual. ¿Se me saldría el corazón del pecho por ir tan rápido?

Ví como se acercó la primera chica.

-Hola preciosa. ¿tu disco? - dijo Justin mientras buscaba un bolígrafo de color morado por la mesa.
-Judith, me llamo Judith.
-Está bien. - dijo con esa voz tan sexy mientras firmaba el disco. - Con cariño para Judith. - susurró.

Le devolvió su disco y la chica se fue.
Sentía que me iba a morir. Era la primera vez que veía a Justin, y su voz hablando era tan excitantemente sexy.
Paró de hablar y parecía que se me iba la vida. Tenía mono de su voz.

"Siguiente." Dijo Alfredo.

Y así pasó con las 7 siguientes. Habían pasado como unos 10 minutos y tenía a Justin solo a una persona de mi.
Me incliné para verlo mientras firmaba a la otra chica y me vio. Sonrió.

-Espera tu turno, belieber. -Escuché que susurró.

¿Me está hablando a mi? ¿En serio me está hablando a mi? "Ann, deja de alucinar, por favor." Me decía a mi misma intentando relajarme.
La chica que estaba delante mía se fue, pero no avance.

-Ven. Estoy aquí. -dijo sonriendo.

No pude remediarlo y empecé a llorar. Mi cuerpo reaccionó a la vez con una serie de temblores que no era normal. Anda que tenía que estar bonita.

-Si no pasa, tiene que pasar la siguiente Justin, no tenemos todo el día. - le comentó un guardia.
-No importa. - le respondió. - tráete una silla y ponla aquí al lado.
Me miró.
-Está bien, no importa. Ven, siéntate aquí y relájate. Después te firmo. - me dijo sonriendo.

Yo seguía sin moverme. No podía reaccionar. Mis pupilas estaban en shock mirando aquellos ojos color miel que había visto durante años a través de una pantalla.

-¿Vas a sentarte? - continuó.
-Ann, ¿QUIERES MOVER EL PUTO CULO? JUSTIN BIEBER TE ESTA DICIENDO QUE TE SIENTES A SU LADO Y NI TE MUEVES. - escuché a Ruth.

Justin soltó una carcajada. Entonces, en ese momento, al escucharlo reírse, mi corazón dio un vuelco y miré sus labios.

-¿Donde tengo que sentarme?. - pregunté a un guardia. Me sentía incapaz de hablar con el.
-Justo aquí. - me dijo indicándome aquella silla que habían puesto pegada a Justin.

Me dirigí a la silla mientras Justin me seguía con la mirada y me senté.
"Perfecto" susurró el mientras miraba a la siguiente chica que venía detrás mía.
"Justin, Justin, Justin, Justin.." era lo único que era capaz de pronunciar en un tono demasiado bajo.
Giró su cabeza hacia mi.
Mi mirada estaba perdida. No lo miraba a él, miraba cada disco que iba firmando.
"Estoy aquí, preciosa." me susurró a la vez que sentía que su mano acariciaba mi pierna.
Miré al suelo, para no ser muy descarada y vi su mano moverse por encima de mi muslo.
Puse mi mano encima de la suya, y sonrió.

La siguiente era Ruth.

-Zorra suertuda. - dijo mientras se acercaba.
Ni me inmuté.
-¿Cómo? - dijo Justin.
-Nada, nada. Que te amo, y no dejaré de apoyarte nunca. - le respondió llorando.
-Muchas gracias. De verdad.
Le firmó el disco y pasó por delante mía.

"Te lo dije." escuché.
¿Te lo dije? ¿A que se refería? Ah, sí. Ya. Seguro que se refería a que Justin se enamoraría de mi.
Por dios. Que idiotez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario