Me pinte y arreglé. Ya parecía tener mejor cara.
Eran las 2 menos cinco a medio día. Se suponía que teníamos que llegar en 5 minutos, pero ya habíamos llegado.
-¿Te lo puedes creer?
-Calla. - le dije mientras bajábamos del autobús.
La estación estaba llena, pero no identificaba a ninguna belieber por la zona. Era normal, quedaban 2 días y no a todas las dejaban pasar allí las noches
Andamos unos 5 minutos por las venidas de allí, cuando Ruth soltó algo por la boca.
-Tengo hambre.
-Ya lo sé, yo también - le dije tocándome la barriga - pero estoy demasiado nerviosa. Creo que no me entrará nada.
-Pero tenemos que comer. Yo solo me tomé aquel café y tu no has comido nada en las 10 horas. - dijo mientras miraba fijamente un McDonal's. -Vamos a entrar, por favor.
-YO QUIERO UN MCFLURRY
-Y YO DOS
-No se como puedes comer tanto y que no se te note nada Ruth.
-¿Nada? Mira que barrigón tengo. - dijo intentando agarrar algo de carne que no tenía.
Entramos y nos lo comimos todo, literalmente.
Cuando salimos de allí preguntamos a dos guardias que a cual Corte Ingles era al que iba a ir Justin y si nos podían indicar como llegar.
Por lo visto estaba cerca. Así que fuimos andando.
Solo había 10 niñas por delante nuestra. Solo 10. Fuimos, y nos presentamos.
-Hola. -dije sonriendo.
-Hola, yo soy Ruth.
-Bueno, yo soy Ann - seguí.
-Yo soy Carol. - respondió la que estaba más cerca nuestra.
-¿Cuando llegaste? - pregunté.
-Ayer, y ellas ya estaban aquí de antes.
-¿Vienes sola? - le preguntó Ruth.
-No, vengo con ella. - dijo mientras la llamaba.
-Mar, ellas son Ann y Ruth. Acaban de llegar.
-Ah bien, encanada. - dijo ella dándonos dos besos.
-¿Y con las demás? ¿No habláis con ellas? - les pregunté extrañada.
-No. Son rar..
-No son raras Mar - la interrumpió Carol. - solo es que son niñas mimadas. Ni si quiera son beliebers. Están aquí como una hora o dos, y al rato se van y le hacen cola unos tipos de negro. No sé si serán los chofers o asistentes.
-¡BUAH! ¿ En serio? - le preguntó Ruth mientras las miraba con cara de asco.
-Sí. Pero ten cuidado, que si se hartan de ti pueden decir que estás armando jaleo y te echan. Ya lo hizo con unas que estaban delante nuestra. - le informó Mar.
Pasó aquella noche, y el día siguiente y la otra noche. Ya era 12 de enero a las 10:00 de la mañana. Tan solo quedaban 7 horas para ver a Justin.
Les dijimos a Carol y Mar que nos hiciesen sitio mientras íbamos a desayunar. En esos dos días la cola ya era horrendamente larga. Pero no hablamos con nadie más.
Desayunamos unos churros con chocolate en una cafetería que había en una de las esquinas.
-Que bien te comes los churros Ann. Tu experiencia se destaca.
-Eres realmente estúpida Ruth.
-Anda ya, no seas tonta. Juegas con eso a tu favor para cuando estés con Justin y quiera que juguéis.
-Perdona pero la de Justin es el doble de esto seguro.
-Bueno, más con lo que jugar. - dijo riéndose a carcajadas.
-Callate ya cerda, que eres una cerda.
-Que poco sentido del humor. - decía mientras rebuscaba algo en su mochila. - Voy a pedir la cuenta y a pagar. Te espero fuera.
Llegamos de nuevo a la cola y esta ya se había multiplicado, así que nos volvimos a sentar para guardarle sitio esta vez nosotras a Mar y Carol, que iban a desayunar.
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